Barrios Ricos y Barrios Pobres (Primera Revolución Industrial)
En cuanto a la vivienda, algunos barrios poseían edificios elegantes pero en otros la población se hacinaba en casas oscuras e incómodas, con problemas de agua potable.
La consecuencia natural de esta situación fue la proliferación de un sin número de epidemias como la del cólera, el tifus y otras enfermedades infecciosas que provocan la muerte de casi la mita de los infestados. Tal fue el caso de la epidemia de cólera de 1832, en Londres.
Un barrio pobre: “En los barrios más ricos de Londres se había hechos esfuerzos sistemáticos, a principios del siglo XIX, para ensanchar las calles eliminar lo que obstruía el sol y la circulación del aire, y mejorar el alcantarillado. Pero en los barrios más pobres había demasiadas casas y demasiada gente en cada casa. Las cloacas de Londres vertían en el Támesis; y en las mareas altas aguas negras llegaban al corazón mismo de la ciudad. Kilómetros de alcantarillas estaban en tan malas condiciones que no vertían en el río, sino que habían formado largas letrinas estancadas por debajo de las casas y a lo largo de las calles. La suciedad escurría de las habitaciones de los sótanos”
FRIEDLANDER Y OSER. HISTORIA ECONÓMICA DE LA EUROPA MODERNA.
MÉXICO, FCE, 1957
Manchester en 1837: “Nassau Senior, célebre economista (…) describió Manchester en 1837.
“En las ciudades, pues por su extensión y número de habitantes son ciudades que han sido construidas con el más absoluto desprecio de todo, excepto la ventaja inmediata del especulador de edificios (…) En un lugar, encontramos una calle entera siguiendo el curso de una zanja, porque así podía tenerse sótanos más profundos sin el costo de excavaciones y sótanos que estaban destinados no a mercancías o basuras, sino a residencia de seres humanos.
Ni una casa de esta calle escapó a los estragos de la epidemia de cólera. En general, las calles de estos suburbios no tiene pavimentación y en medio hay un estercolero o una zanja. Las casas son construidas pegadas unas a las otras, sin ventilación o drenaje, y familias completas están limitadas a la esquina de un sótano o una buhardilla”
LEO HUBERMAN. LOS BIENES TERRENALES DEL HOMBRE. NUEVA YORK.1936.
Ejercicio: Compara los barrios citados anteriormente.