viernes, 25 de mayo de 2012

Delmira Agustini (ECSA)


La explosión femenina en literatura. Delmira Agustini
      
    3 figuras se destacan como poetisas, a comienzos del S. XX: María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou.
Biografía de Delmira Agustini (1886-1915)
    Poetisa lírica, comenzó su obra de adolescente, pues a los 20 años escribe “El Libro Blanco”, calificado como un “milagro” por Ma.Eugenia, teniendo en cuenta su formación y edad.
    De chica se manifestó como una niña precoz: hablaba al año, pero no fue a la escuela ni al liceo porque su madre (culta) quiso servirle de maestra. Tuvo de niña profesor de francés, pintura y piano, ejecutando partituras clásicas.
Así, tuvo pocos juegos y amigas, y cuando el resto de las chicas iban a fiestas y reuniones, ella se dedicaba a leer poesía y novelas.
    Ruben Darío la compara con Santa Teresa, diciendo que era la única, desde la santa, en expresarse como mujer. Trató como tema la sexualidad femenina en una época en la que el mundo estaba dominado por el hombre.
Obras
    Las más destacadas son: “El Libro Blanco, “El Rosario de Eros”, y “Los Cálices Vacíos”.
-“El Libro Blanco” es el libro de su adolescencia donde plantea la transición de la ingenuidad de la niñez a la juventud, con el instinto erótico subyacente.
-“Los Cálices Vacíos”, escrito a los 26 años, es un conjunto de poemas que expresan su plenitud, tanto sus versos como en ideas; es aquí una joven con fuerza vital y apasionada. Los poemas están dedicados a Eros, dios del amor, simboliza lo erótico, y es la inspiración para Delmira; son poemas sobre los placeres sensuales. Eros es el protagonista en muchos de sus poemas.
    Las características de la poesía de Demira son varias:
** escribe sus versos por “intuición” o “espontaneidad” según sus expresiones, y aunque los corregía como muestran los manuscritos, es común que al lado de magníficas expresiones, aparezcan también expresiones triviales; no se destaca en la “estética” como los de los grandes maestros.
** la genialidad de Delmira está en la profundidad de sus expresiones que surgen de su subconsciente, y esa voz de lo subconsciente que le da categoría a su inspiración erótica. Se cuenta que Delmira entraba en una especie de “trance” y escribía. Ese momento le revelaba el sentido profundo de las cosas.
** la poesía de Delmira es “erótica”, pero no en el sentido corriente y “sensual”; su erotismo poco tiene que ver con la apetencia de los sentidos, lo cual sería juzgarla superficialmente. Es sí, una fusión de lo sensual e intelectual.
** el erotismo de Delmira está “idealizado”, pues es un constante evadirse de la realidad y del mundo, e ir tras la forma ideal de su deseo; esta idealización del erotismo le hace desear la superación de lo humano.
** Delmira es una “amante onírica” de “sueños o ensueños” pues todo su erotismo es un sueño, que también es vida profunda e interior.
El amante de sus delirios oníricos tiene vida a fuerza de ser soñado; ella expresa: “el amante ideal que ansía y espera, solloza en mis ensueños”, siente la estrechez de la realidad exterior y busca evasión en el sueño que es el mundo de la libertad ilusoria.
Su poesía es una lucha constante entre realidad exterior y sueño, entre su cuerpo y su alma; a cada paso, hay visiones hermosas y pesadillas.
En el poema “Intima”, expresa:
                       ¡Imagina el amor que habré soñado
                        En la tumba glacial de mi silencio!
                        Más grande que la vida, más que el sueño,
                        bajo el azul sin fin se sintió preso…
                       
                        ¡Imagina mi amor, amor que quiere
                        vida imposible, vida sobrehumana,
                        Tu, que sabes si pesan, si consumen
                        Alma y sueño de Olimpo en carne humana!

** su poesía combina el erotismo con la desolación, presentando un ensueño lúgubre y doloroso, al tiempo que pasional.
                      “En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,
                       taciturno a mi lado apareciste
                       como un hongo gigante muerto y vivo,
                       brotando en los rincones de la noche,
                       húmedos de silencio…
    Así, la tragedia de la vida de Delmira fue estar condenada a sufrir el despertar del sueño al desencanto de la vulgaridad cotidiana. Delmira es pesimista pues conoce la fatal miseria de la realidad; vivir entre sueño y realidad es su dolor y su condena. Parece una vampiresa, pero es víctima de sus propios sueños.
    Ese erotismo no responde a la realidad biográfica de Delmira, pues fue una mujer casta hasta su matrimonio (28 años, caso poco frecuente) y vivió en su hogar junto a sus padres. Se casó con Enrique Reyes cuyo matrimonio duró 1 mes, un hombre que no llegó a comprender que se había casado con una poetisa y la insultaba; por su parte, ella pidió el divorcio para “escapar a tanta vulgaridad”.
    Delmira murió a los 28 años, ultimada por su marido que luego se suicidó.

                                        POEMAS DE DELMIRA
                                              “Día Nuestro”
 -La tienda de la noche se ha rasgado hacia Oriente.-
Tu espíritu amanece maravillosamente;
su luz penetra en mi alma como el sol a un vergel…
-Pleno sol. Llueve fuego. -Tu amor tienta, es la gruta
afelpada de musgo, el arroyo, la fruta,
la deleitosa fruta madura a toda miel.
-El Ángelus. -Tus manos son dos alas tranquilas,
mi espíritu se dobla como un gajo de lilas,
y mi cuerpo te envuelve… tan sutil como un velo.
-El triunfo de la noche. -De tus manos, más bellas,
fluyen todas las sombras y todas las estrellas,
y mi cuerpo se vuelve profundo como un cielo!
                                                              “La Sed
 ¡Tengo sed, sed ardiente! -dije a la maga, y ella
me ofreció de sus néctares. -¡Eso no: me empalaga!-
Luego, una rara fruta, con sus dedos de maga,
exprimió en una copa clara como una estrella;
y un brillo de rubíes hubo en la copa bella.
Yo probé. -Es dulce, dulce. ¡Hay días que me halaga
tanta miel, pero hoy me repugna, me estraga!
Vi pasar por los ojos del hada una centella.
Y por un verde valle perfumado y brillante,
llevóme hasta una clara corriente de diamante.
-¡Bebe! -dijo-. Yo ardía, mi pecho era una fragua.
Bebí, bebí, bebí la linfa cristalina…
¡Oh, frescura! ¡Oh, pureza! ¡Oh, sensación divina!
-Gracias, maga, ¡y bendita la limpidez del agua!

                                                “Mi Musa Triste”



. . . .Vagos preludios. En la noche espléndida
Su voz de perlas una fuente calla,
Cuelgan las brisas sus celestes pífanos
En el follaje. Las cabezas pardas
De los búhos acechan.
Las flores se abren más, como asombradas.
Los cisnes de marfil tienden los cuellos
En las lagunas pálidas.
Selene mira del azul. Las frondas
Tiemblan... y todo! hasta el silencio, calla...
.
. . . .Es que ella pasa con su boca triste
Y el gran misterio de sus ojos de ámbar,
A través de la noche, hacia el olvido,
Como una estrella fugitiva y blanca.
Como una destronada reina exótica
De bellos gestos y palabras raras.
.
. . . .Horizontes violados sus orejas.
Dentro, sus ojos - dos estrellas de ámbar -
Se abren cansados y húmedos y tristes
Como llagas de luz que se quejaran.
.
. . . .Es un dolor que vive y que no espera,
Es una aurora gris que se levanta
Del gran lecho de sombras de la noche,
Cansada ya, sin esplendor, sin ansias
Y sus canciones son como hadas tristes
 . . . . . . . .Alhajadas de lágrimas...
.
. . . . . . . . .Las cuerdas de las liras
 . . . . . . . . .Son fibras de las almas. -
.
. . . .Sangre de amargas viñas, nobles viñas,
En vasos regios de belleza, escancia
A manos de marfil, labios tallados
Como blasones de una estirpe magna.
.
. . . .Príncipes raros del Ensueño! Ellos
Han visto erguida su cabeza lánguida.
Y la oyeron reír, porque á sus ojos
Vibra y se expande en flor de aristocracias.
.
. . . .Y su alma limpia como el fuego alumbra
Como una estrella en sus pupilas de ámbar;
Mas basta una mirada, un roce á penas,
El eco acaso de una voz profana,
Y el alma blanca y limpia se concentra
Como una flor de luz que se cerrara!
“Amor”

Lo soñé impetuoso,  formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.
Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.
Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,

sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos....
A Eros

Porque haces tu can de la leona
más fuerte de la Vida, y la aprisiona
la cadena de rosas de tu brazo.

Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo
esencial de los troncos discordantes
del placer y el dolor, plantas gigantes.

Porque emerge en tu mano bella y fuerte,
como en broche de míticos diamantes
el más embriagador lis de la Muerte.

Porque
sobre el espacio te diviso,

puente de luz, perfume y melodía,
comunicando infierno y paraíso

-con alma fúlgida y carne sombría...
                                                                          “Los Cálices Vacíos”
    Eros: en la mitología griega, era el dios  responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo y también un dios de la fertilidad.









 
          



jueves, 17 de mayo de 2012

JUANA DE IBARBOUROU (ECSA)


VIDA Y ESTILO DE JUANA DE IBARBOUROU

           a.  Biografía

     Juana de Ibarbourou es una de las escritoras más importantes de Uruguay y de América, por su obra y los reconocimientos.
     Después de la poesía ardiente y trágica de Delmira Agustini, la obra de Juana de Ibarbourou vino como un río de dulzura. No es una intelectual, es una intuitiva y una instintiva. Su cultura es escasa y ha leído pocos libros, que al decir de críticos, no los necesita.
    Juana Fernández (1892-1979) nació en Melo. Asistió a colegio religioso y a los 18 años vino a Mdeo., donde colaboró en periódicos, sin regresar a su ciudad natal que la recordó como “su paraíso”. Se casa a los 20 años con el capitán Lucas Ibarbourou, de quien adoptó su apellido.
    Recibió varios títulos por su obra literaria:
-en 1929, es “Juana de América” en una ceremonia con multitud de poetas y personalidades, en el Palacio Legislativo. Allí, el poeta Juan Zorrilla de San Martín le entregó un anillo de oro, expresándole: -“Este anillo, señora, significa sus desposorios con América”.
-en 1947, es miembro de la Academia Nacional de Letras
-poco después fue premiada por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid
-en 1959 recibe el Gran Premio Nacional de Literatura
-recibió reconocimientos en Argentina, México, EE.UU, y casi toda América.

         b. Obra
   
   Sus obras juveniles son “Las lenguas de Diamante” y “Raíz Salvaje” (poemas), y “El cántaro fresco” (prosa); más adelante escribe “Chico Carlo”.
    Las características de las poesías de Juana son varias:
* Es una poetisa “pagana” que le canta a la vida terrena, de modo que no le preocupa el más allá. No aspira a nada póstumo y no hay más vida que esta vida humana. Su paganismo tiene poco de griego.
* En sus primeros libros, presenta un “naturalismo panteísta” en el sentido que ella ama y disfruta de la Naturaleza; ella es una criatura inocente y salvaje que disfruta la alegría de vivir en contacto con lo natural. Su obra muestra a la joven que vivió en un medio natural en la zona del Tacuarí.
* El amor es uno de sus temas: la plenitud del amor es un amor simple y sano que suele asociarlo con el amor a la vida silvestre; ella gusta del beso del amado como de la frescura del agua en medio del campo. Nunca el amor estuvo más cerca de la Naturaleza que en la poesía de Juana.

* La idea de la muerte coexiste con la del amor: del propio amor a la vida, resulta el temor a la muerte. Juana siente la fugacidad de la vida y lo inevitable de la muerte, que acompaña el gozo de la vida como la sombra al cuerpo; cuanto más se ama la vida, más horror inspira la muerte.
    Juana tuvo una evolución en su lenguaje: de un lenguaje objetivo, concreto y claro, pasa en su madurez a uno más figurado, por recibir la influencia de corrientes surrealistas europeas.
        c.  Poemas de Juana
   Los 2 primeros poemas son de la Colección “Las lenguas de diamante” 1919
                      Salvaje
Bebo el agua limpia y clara del arroyo
y vago por los campos teniendo por apoyo
un gajo de algarrobo liso, fuerte y pulido
que en sus ramas sostuvo la dulzura de un nido.
            
Así paso los días, morena y descuidada,
sobre la suave alfombra de la grama aromada.
Comiendo de la carne jugosa de las fresas
o en busca de fragantes racimos de frambuesas.
            
Mi cuerpo está impregnado del aroma ardoroso
de los pastos maduros. Mi cabello sombroso
esparce, al destrenzarlo, olor a sol y a heno,
a savia, a yerbabuena y a flores de centeno.
            
¡Soy libre, sana, alegre, juvenil y morena,
cual si fuera la diosa del trigo y de la avena!
¡Soy casta como Diana
y huelo a hierba clara nacida en la mañana!

Ejercicios.
A. Anota 3 partes donde esté expresada alguna de las ideas de Juana. Aclara qué idea está presente.
1.…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………2…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
3………………………………………………………………………………………………………………………………………. 
               Millonarios
Tómame de la mano. Vámonos a la lluvia
descalzos y ligeros de ropa, sin paraguas,
con el cabello al viento y el cuerpo a la caricia
oblicua, refrescante y menuda, del agua.

¡Que rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes
y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia,
vamos a ser felices con el gozo sencillo
de un casal de gorriones que en la vía se arrulla.

Más allá están los campos y el camino de acacias
y la quinta suntuosa de aquel pobre señor
millonario y obeso, que con todos sus oros,

no podría comprarnos ni un gramo del tesoro
inefable y supremo que nos ha dado Dios:
ser flexibles, ser jóvenes, estar llenos de amor.

Ejercicios.
B. Anota 3 partes donde esté expresada alguna de las ideas de Juana. Aclara qué idea está presente.
1.…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………2………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
3……………………………………………………………………………………………………………………………………….                       
             
                    El Estanque

El Estanque es profundo. Nadie sabe su hondura
Y rodeado de sauces es tan quieto, que apenas,
cuando el viento está loco, su agua lacia se ondula
Con un gesto lentísimo de persona que sueña.

El estanque me tienta con su aspecto hechizado.
Él no sabe de patos, de alguaciles, ni de ranas.
Día a día yo vengo a tirarle guijarros
que calladas se tragan las inmóviles aguas.


Si una tarde mi cuerpo ardoroso y delgado,
Al estanque, lo mismo que un pedrusco, resbala,
Con idénticos gestos misteriosos, pausados
Cerrará detrás suyo sus dos labios el agua.

Será un círculo ancho y ondulante, primero.
Luego otros y otros más pequeños y graves.
Después, nada…La calma, la tersura, el silencio,
Y otra vez el reflejo verdeluz de los sauces.

Ejercicio
C. Anota 3 partes donde esté expresada alguna de las ideas de Juana. Aclara qué idea está presente.
1.…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………2………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
3……………………………………………………………………………………………………………………………………….

Ejercicio
A. Busca el significado de las palabras “verso” y “estrofa”.
Verso:…………………………………………………………………………………………………………………………
Estrofa……………………………………………………………………………………………………………………………

B. Elabora un poema sobre un tema que te guste o te llame la atención. 

HORACIO QUIROGA (ECSA)


                                 LA GALLINA DEGOLLADA   H. Quiroga.

    Todo el día, pasaban sentados en un banco del patio los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Berta. Tenían la lengua entre los labios, y volvían la cabeza con los ojos abiertos. Allí miraban los rayos del sol, y al ocultarse, se reían empapando de saliva el pantalón. 
    Ellos habían sido el encanto de sus padres. Todos crecieron bien hasta el año y medio, cuando fueron sacudidos por convulsiones y ya no conocieron más a sus padres. Quedaron idiotas. No sabían sentarse, y al caminar chocaban contra todo por no darse cuenta de los obstáculos. Cuando los lavaban, mugían hasta inyectarse de sangre el rostro.  
    La causa pudo haber sido la “anormalidad” del abuelo paterno que murió  delirando, o tal vez la madre, con su pulmón que no soplaba bien.
    Al principio, Mazzini y Berta tuvieron compasión por sus hijos, pero la desesperanza de cura generó la necesidad de culpar al otro, con peleas ellos. Pero de las reconciliaciones nació una niña sana a la que sus padres complacían en todo, lo que llegó a una mala crianza, olvidándose de los otros.
    Sin embargo, los reproches continuaron:
- ¡ te juro que prefiero cualquier cosa antes de tener un padre como el que tuviste tu !, exclamó Berta.
- ¡Víbora, has dicho lo querías ! ¡Víbora tísica, pregúntale al médico quién tiene la culpa de la meningitis de tus hijos: ¿mi padre o tu pulmón picado?
    Así, contrataron para los 4 niños a una sirvienta tan grosera como ellos, que los vestía, les daba de comer, o los acostaba con brutalidad.
   Un día, el matrimonio y la niña fueron a pasear luego del almuerzo. Antes, ordenaron a María que matara una gallina. Mientras la degollaba en la cocina, sintió respirar tras ella y dándose vuelta, vio a los cuatro idiotas mirando la operación. María los empujó hacia afuera y fueron al banco donde pasaron el resto del día. Luego de almorzar, salieron los 3.     
    De regreso, el matrimonio fue a saludar a unos vecinos en tanto la niña cruzó hacia su casa. Allí permanecían los 4 niños sentados en su banco. Al ver a su hermana, avanzaron sobre ella tomándola de una pierna, mientras la niña gritaba; uno de ellos le apretó el cuello, separando los bucles como si fueran plumas, y los otros la arrastraron hasta la cocina.
El padre al escuchar los gritos entró corriendo y presintiendo lo peor, fue a la cocina donde vio en el piso un mar de sangre.  
Ejercicios.
1. ¿ Cuáles son “dramas” que presenta este cuento?
2. ¿ En qué parte aparece planteado algo “extraordinario y misterioso”?
3. ¿ En qué contribuyeron los padres a generar violencia ?                                          
4. ¿En qué momento se plantea un “clima de misterio”?                                                
                                                ANACONDA   
    Eran las diez de la noche y hacía un calor sofocante. Por el sendero avanzaba Lanceolada, una hermosa yarará que iba tanteando la seguridad del terreno con la lengua.
-“Quisiera pasar cerca de la Casa” -se dijo la yarará-, que era un viejo edificio deshabitado. Ahora se sentían ruidos y relinchos que anunciaban la presencia del Hombre. Mal asunto…
    Vio una angosta sombra, alta y robusta que avanzaba hacia ella. Era el enemigo. Un enorme pie cayó a su lado, y la yarará, con toda la violencia de un ataque, lanzó la cabeza contra aquello. El Hombre se detuvo, sintió un golpe en las botas, miró a su alrededor, pero nada vio en la oscuridad.
    La yarará emprendió así el regreso a su cubil, con la seguridad de que esto era el prólogo de un drama a desarrollarse, pues Hombre y Devastación son sinónimos en el Pueblo de los Animales. Para las víboras, el machete y el fuego aniquilan el bosque y con él los cubiles.
    Así, Lanceolada avisó a sus compañeras de la presencia humana, y a las 2 de la mañana, el Congreso de las Víboras se hallaba con la mayoría de las serpientes para decidir qué se haría. El mismo se había reunido en la guarida de Terrífica, una vieja serpiente cascabel que lo presidía. Allí estaban las demás yararás, Cruzada, Urutú Dorado y otras serpientes.
    Y Terrífica abrió la sesión.
-¡”Compañeras, –dijo- hemos sido enteradas por Lanceolada de la presencia
nefasta del Hombre. Para salvar nuestro Imperio de la invasión enemiga sólo cabe la guerra al Hombre, sin tregua ni cuartel desde esta noche misma. Que alguna de las presentes proponga un plan de campaña”.
    Entonces Cruzada dijo: -“lamento la falta en este Congreso de nuestra primas sin veneno: las Culebras, útiles por su fuerza y agilidad. Tenemos que saber qué hace el Hombre en la Casa y para ello se precisa ir hasta allá. Nadie mejor que la Ñacaniná, que podría treparse al techo, ver, oír y regresar a informarnos. La asamblea aprobó el plan.
    Y Cruzada fue a buscarla, poniéndose la Ñacaniná a disposición de las serpientes para hacer de espía en la Casa.
    Poco después, llegaban a su destino. Vio a 4 hombres alrededor de una mesa, pero como no podía oír, la Culebra trepó por una escalera y se instaló en un tirante, bajo el techo. Y por más cuidados que tomó, un viejo clavo cayó al suelo. Los hombres miraron hacia arriba, pero acto seguido, bajaron de nuevo la vista, y la Ñacaniná vio y oyó durante largo rato.
    La Casa era un Instituto de elaboración de suero a partir de veneno de las víboras. Ya se había organizado el laboratorio y el serpentario; hacía falta un lugar donde abundaran las serpientes para extraerles el veneno. Había también un perro, un caballo y una mula que estaban inmunizados.
-“Vamos a hacer una gran cacería de víboras en este lugar –comentó un hombre-. No hay duda de que es el país de la víboras”.
    Al cabo de media hora, la Culebra quiso irse, pero hizo un movimiento falso y parte de su cuerpo cayó golpeando la pared. Los hombres al verla, rieron: “es una Ñacaniná…, -dijeron- nos limpiará la casa de ratas”.
Pero uno tomó un palo y lo lanzó contra la víbora, golpeando en la pared.
    La Ñacaniná vio el peligro y decidió escapar con velocidad a través del campo, y llegó a la caverna donde estaban las demás víboras.
-“¿Qué noticias nos traes?”, preguntó Terrífica.
-Tal vez sea mejor pasar al otro lado del río, contestó la Ñacaniná, y a continuación contó lo que había visto y oído: la instalación del Instituto de suero, su plan de cazar víboras…. Con ello, Familia de las serpientes se sintió condenada a perecer de hambre en la selva natal. Y decidieron luchar.
   Al día siguiente, se arrastraba Cruzada hacia la Casa, con la única idea de matar al primer hombre que encontrara. Llegó al corredor, se arrolló y esperó. Pasó media hora, cuando ante la víbora apareció el perro Daboy que fue mordido en su hocico.
-“Una alternatus” –se escuchó-. Y la víbora fue estrangulada con una especie de prensa y arrojada en el serpentario por un hombre.
Cruzada las conocía a todas menos a una, acercándose lentamente.
-“¿Cómo te llamas?” -preguntó Cruzada-.
-“Cobra” –respondió-, y no soy de acá, sino de India. “Llevo año y medio encerrada en una jaula, y lo que es peor, manejada por hombres”.
    El diálogo continuó un rato en voz baja, hasta que la yarará frotó su cuerpo contra las mallas de alambre. De pronto, la cobra se abalanzó y mordió por 3 veces a Cruzada. Era un plan.
     Al entrar los hombres vieron a Cruzada quieta, por lo que el peón pensó que había muerto, y la arrojó fuera de la Casa.
Al despertar, Cruzada fue al laboratorio donde el empleado sostenía a la cobra para sacarle el veneno, y la yarará tendió sus colmillos hacia el pie del peón. En seguida, el cuerpo colgante de la cobra se balanceó y alcanzó la pata de la mesa, donde se arrolló. Con ese punto de apoyo, sacó su cabeza de entre las manos del peón y clavó sus colmillos en la muñeca del hombre. La cobra y la yarará huyeron quedando en la Casa 2 hombres muertos.
    El Congreso estaba en pleno cuando apareció un nuevo miembro. –“¡Entra Anaconda!”, -dijo Terrífica- mientras la hostilidad se difundía entre los asistentes. Y la cabeza de Anaconda avanzó, arrastrando dos metros cincuenta de cuerpo oscuro y elástico. Ella es la reina de todas las serpientes por su gran fuerza, y no hay animal capaz de resistir un abrazo suyo. Y si a alguien detesta, es a las serpientes venenosas.
Estaba presente la cobra real, con quien acordó un futuro combate.
    Y el Congreso quedó pendiente de la narración de Cruzada: eliminados 2 hombres, queda la lucha contra varios: unas decían al perro, otras al caballo, otras a los hombres. Por fin, el peligro que era un perro inmunizado hizo que el plan de lucha comenzara contra él. Y se lanzaron contra el Instituto.
    Desde la Casa, un empleado oyó ruido en un galpón.
-“Me parece que es en la caballeriza”… Vaya a ver, Fragoso. Y antes de un minuto, reaparecía el hombre pálido de sorpresa.
-¡La caballeriza está llena de víboras! -dijo-.
    Y los hombres se lanzaron afuera. A la luz del farol, vieron al caballo y la mula debatiéndose a patadas con decenas de víboras que inundaban la caballeriza.
Los hombres, con el impulso de la llegada, habían caído entre ellas. Ante el  golpe de luz, las serpientes se lanzaron a un nuevo asalto contra animales y hombres. El director partió en dos a una, un empleado aplastó la cabeza a otra y las varas caían con vigor sobre las víboras que mordían las botas, pretendiendo trepar por las piernas. En eso, Fragoso que tenía un farol, cayó y quedó todo oscuro, retirándose los hombres a la Casa.
-Si nos quedamos un momento más –dijo Cruzada-, nos cortan la retirada
¡Atrás, atrás! -gritaron todas-, y pasando unas sobre otras, se lanzaron al campo en tropel, espantadas, derrotadas. Entre las patas de los caballos habían quedado veintitrés combatientes y las restantes estaban magulladas, pisadas, pateadas, y llenas de sangre.
    Un ladrido de perro se escuchó a lo lejos. ¿Qué hacemos? -dijo Terrífica-
¡A la caverna! –clamaron todas-.
-¡Pero están locas! -gritó la Ñacaniná-, ¡Las van a aplastar a todas! ¡Van a la muerte! Es mejor separarnos.
¡Luchemos aquí, delante de la caverna! –dijo
La Ñacaniná vio aquello y comprendió que iban a la muerte. Pero derrotadas y con pánico, las víboras iban a sacrificarse, a pesar de todo. Y con una altiva sacudida de lengua, ella, que podía ponerse a salvo por su velocidad, quedó allí con las otras esperando la muerte.
-Un momento! –Se adelantó Anaconda, yo lo sé con certeza, que dentro de diez minutos no va a quedar viva una de nosotras. El Congreso y sus leyes están, pues yo concluidos. ¿No es así, Terrífica?
-Sí –respondió-.
-Entonces -prosiguió Anaconda volviendo la cabeza a todos lados-, antes de morir quisiera...-concluyó satisfecha al ver a la cobra real que avanzaba
No era aquél probablemente el momento ideal para un combate. Pero desde que el mundo es mundo, nada ni la presencia del Hombre sobre ellas podrá evitar que una Venenosa y una Cazadora solucionen sus asuntos particulares.
El primer choque fue favorable a la cobra real: sus colmillos se hundieron  en el cuello de Anaconda. Luego, ésta lanzó su cuerpo adelante como un látigo y envolvió a la Cobra, que en un instante se sintió ahogada. Concentrando toda su vida en aquel abrazo, cerraba progresivamente sus anillos de acero. La boca de la cobra, semiasfixiada, quedó babeando ya exánime.
Y no fue larga su espera pues contra el fondo negro del monte, vieron surgir las siluetas de 2 hombres y al perro Daboy que se abalanzaba adelante.
-¡Se acabó! ¡ -murmuró Ñacaniná-. Y con un violento empuje se lanzó al encuentro del perro, que, con la boca blanca de espuma, llegaba sobre ellas. El animal esquivó el golpe y cayó sobre Terrífica, que hundió los colmillos en el hocico del perro. Daboy agitó furiosamente la cabeza, sacudiendo en el aire a la cascabel, pero esta no soltaba. Neuwied aprovechó el instante para hundir los colmillos en el vientre del animal; mas también en ese momento llegaban los hombres. En un segundo Terrífica y Neuwied cayeron muertas con los riñones quebrados. Urutú Dorado fue partida en dos, y lo mismo Cipó. Lanceolada logró morder la lengua del perro Daboy, pero dos segundos después caía tronchada en 3 pedazos.
El combate o exterminio continuó furioso. Cayeron una tras otra, sin perdón -que tampoco pedían-, con el cráneo triturado entre las mandíbulas del perro o aplastadas por los hombres, masacradas frente a la caverna de su último Congreso. Y de las últimas en caer fueron Cruzada y Ñacaniná.
Cuando los hombres se levantaban para irse, se fijaron por primera vez en Anaconda, que comenzaba a revivir de las mordidas de la Cobra. Y llevaron en un palo a Anaconda que cargaban en los hombros, que herida y exhausta de fuerzas, iba pensando en Ñacaniná, cuyo destino podía haber sido semejante al suyo.
Anaconda no murió. Vivió un año con los hombres, curioseando y observándolo todo, hasta que una noche se fue. Pero la historia de este viaje remontando por largos meses el Paraná hasta más allá del Guayra, pertenece a otro relato.

Ejercicios:
1. ¿Qué aspecto profundiza Quiroga en este cuento?
2. ¿Dónde aparece lo “mágico” de su relato?
3. ¿En qué momento se plantea un “cima de misterio”?




EL ALMOHADÓN DE PLUMAS
(Cuentos de amor, de locura y de muerte, (1917)


    Su Luna de Miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías. Sin embargo, quería mucho a su esposo Jordán. Y él la amaba profundamente. Durante tres meses vivieron una dicha especial. 
   La casa influía en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso con columnas y estatuas de mármol daba impresión de palacio encantado. Por dentro, se afirmaba aquella sensación de frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos producían eco. En ese extraño nido de amor, Alicia pasó el Otoño.

    No es raro que adelgazara. Tuvo gripe que se arrastró días y días. Una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. De pronto Alicia rompió en sollozos, echándole los brazos al cuello. Y lloró todo su espanto callado. 
    Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
—No sé —le dijo el Dr. a Jordán el en la puerta de calle-. Tiene una gran debilidad que no me explico. Si mañana se despierta como hoy, llámeme.
    Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta y se constató anemia aguda. Alicia no tuvo más desmayos, pero iba hacia la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Alicia dormitaba y Jordán vivía en la sala paseándose de un extremo a otro. 
    Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones. La joven miraba la alfombra a uno y otro lado de la cama. Una noche se quedó mirando fijamente.

—¡Jordán! ¡Jordán! —llamó espantada, sin dejar de mirar la alfombra.
    Jordán corrió al dormitorio, y al verlo Alicia dio un alarido de horror.
—¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, y luego de un rato se serenó.
    Entre sus alucinaciones, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
    Los médicos volvieron inútilmente. Había delante de ellos una vida que se acababa día a día sin saber cómo. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
—Pst... —se encogió de hombros su médico—. ... poco hay que hacer...
—¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y golpeó sobre la mesa.
    Alicia fue extinguiéndose en anemia. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía más débil. Parecía que sólo de noche se le fuera la vida. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con kilos encima. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban por la colcha.
    Los dos días finales deliró a media voz. Por fin, murió.

    La empleada, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró extrañada el almohadón.
—¡Señor! —llamó a Jordán—. En el almohadón hay manchas de sangre.
    Jordán se acercó. Efectivamente, se veían manchitas.
—Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
    La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó temblando. Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
—¿Qué hay? —murmuró con la voz ronca.
—Pesa mucho —dijo la empleada, sin dejar de temblar.
    Jordán lo levantó. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor cortó la funda. Las plumas volaron y la sirvienta dio un grito de horror: sobre el fondo, moviendo las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le notaba la boca.
    Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su trompa a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón habría impedido su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días y cinco noches, había vaciado a Alicia.
    Estos parásitos de las aves, diminutos en su medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. No es raro hallarlos en los almohadones de pluma.


Ejercicios.
1. ¿Qué parte te parece que Quiroga transforma en misterioso algo que es  común?
2. Realiza un cuento con características misteriosas, (pero no fantásticas). Incluye en su texto las palabras: IDENTIDAD – PATRIMONIO -    

                                                        CULTURA - DERECHO







martes, 8 de mayo de 2012

VILLA DEL CERRO: IDENTIDAD PARA LA CIUDAD


VILLA DEL CERRO:  IDENTIDAD PARA LA CIUDAD
     
          a.  Elementos cartográficos.

     La “Villa del Cerro” es un barrio ubicado en el W. de Mdeo., a 15 km del Centro; tiene hoy unos 35.000 habitantes en 29 manzanas, a las que debe sumarse el espacio verde del cono superior del Cerro. 
    Los  límites del barrio son la rambla Suiza al S., la rambla Egipto al E., Camino Cibils al W., y Carlos Ma. Ramírez al N.
    El aprovechamiento de la elevación se inicia a comienzos del S. XIX, cuando los españoles explotan la bahía de Mdeo: excelente puerto pues es bahía de aguas profundas, con protección natural de los vientos, cuyos extremos son la punta de la península y el cerro.
     Así,  los españoles deciden construir primero un faro (1802) o “fanal” alumbrando con fuego, para la orientar la numerosa navegación en la zona; el faro cambiará su sistema de iluminación varias veces. Poco después se inicia la construcción de la  “Fortaleza del Cerro” (1808-11), hoy “Gral. José Artigas” para proteger el faro y la bahía, pues junto al Fuerte San José (en la península) los cañones españoles, controlaban y protegían a los barcos anclados en dicha bahía.
Ejercicio
Ubica las palabras: bahía, península, cerro, faro, Fortaleza, y Fuerte San José, donde corresponda.

                             

          b.  Poblamiento, crecimiento y fútbol.

    Hacia 1834,  fue fundada una villa en las faldas del Cerro para atraer inmigrantes, ofreciéndoles un lugar de residencia; se le llamó “Villa “Cosmópolis” que correspondía a su finalidad de albergar colonos de todas las nacionalidades.  El estado de guerra dificultó el plan, pero a fines del S. XIX y comienzos del XX surgió un barrio pues llegaron inmigrantes griegos, lituanos, españoles, italianos, armenios y otros, en tanto el municipio de Mdeo. puso a las calles nombres de los países de donde procedían. El término permanece en el nombre de publicaciones o negocios.
     En esta época, el Cerro se convirtió en una “zona industrial” pues se instalan varios frigoríficos, como el Artigas o el Frigorífico Nacional; el ganado se traía, se faenaba, y se embarcaba carne y cueros hacia Europa, estando las naves en el puerto. También surgieron varias curtiembres en la zona.
    El fútbol, deporte nacional, se instaló en la zona con 2 equipos rivales, Cerro y Rampla Juniors; Rampla Junior fue en varias oportunidades vicecampeón del torneo uruguayo, e hizo giras internacionales y ganándole a Barcelona y Ayax. Cerro disputó la final con Peñarol en 1960 y tiene el Estadio Tróccoli, admirado por varios equipos, así como realiza una importante obra en la zona.

                                                                                                                             Manuel Esmoris


Ejercicios
1.  ¿Dónde está ubicada la Villa del Cerro?.........................................................................
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2. Extrae del texto los elementos de identidad que caracterizan a los cerrenses
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3. ¿Quiénes fueron los primeros pobladores europeos de la Villa del Cerro
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4. ¿Qué equipos de fútbol hay en el Cerro? ¿Qué puedes agregar de los equipos que tu conozcas?................................................................................................................
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Actividad artística. Los alumnos harán una maqueta de la península, bahía y Cerro, ubicando los principales elementos descriptos.