domingo, 10 de junio de 2012

La revolución lanar 1858-1868 / Uruguay


Prof.; Dayana Alonzo
La revolución lanar
1858-1868 / Uruguay

La revolución lanar fue un proceso de transformación muy importante que vivió Uruguay entre mediados de la década de 1850 y fines de la de 1860. Durante ese período se introdujeron en el territorio ovejas de raza para producir lana exportable. Fue un cambio muy profundo y rápido, por eso se lo considera una revolución. Fue muy importante para la economía, pero también para la sociedad y la cultura. Fue parte importante del inicio de la modernización del Uruguay.
A comienzos de la década de 1850 en Uruguay había alrededor de 800.000 cabezas de ovinos (ovejas), la mayoría sin mestizar. En 1868 alcanzaban los 16 millones de cabezas. Este crecimiento se debió a que entre 1860 y 1868 muchos estancieros decidieron invertir en la mejora del ganado lanar. Para ello promovieron la importación y mezcla de razas ovinas que permitieron refinar la lana. Estos estancieros buscaban ofrecer un producto de mejor calidad que pudiera venderse en Europa.
Esta transformación fue la primera desde que se había introducido el ganado en el siglo XVII. Fue el fin de la edad del cuero. Desde entonces, el país tenía otro producto para vender y eso le permitía acceder a nuevos mercados. La exportación de lana creció en los años siguientes y llegó a superar al cuero en la década de 1880.
Las razones de esta transformación fueron varias. Por una parte, en Europa había una gran demanda de lana para ser utilizada en las industrias. En ese mismo momento de la historia, Estados Unidos estaba viviendo una guerra civil, por lo que su producción y exportación de algodón había disminuido. Había también un sector de la clase alta rural dispuesto a invertir en un producto nuevo y había trabajadores especializados en el cuidado de las ovejas.
La extensión de la cría de ovejas supuso muchos cambios. Desde lo económico amplió los mercados de exportación para Uruguay. En lo social afirmó a la nueva clase alta rural y dio lugar al surgimiento de pequeños propietarios rurales. Desde el punto de vista político, los estancieros que arriesgaron su dinero en estas inversiones comenzaron a exigirle al gobierno que les asegurara el orden y protegiera su propiedad.

Síntesis del texto LA REPÚBLICA COMERCIAL, PASTORIL Y CAUDILLESCA

1)      Defina la revolución lanar
2)      Con los datos brindados en el texto realiza graficas sobre las cabezas de ovinos en nuestro país
3)      ¿Por qué crees que fue importante la revolución lanar en nuestro país?
4)      ¿Qué cambios supuso la cría de ovejas?
5)      Realiza un mapa conceptual con los datos más importantes
6)      Busca en el diccionario las siguientes palabras : mestizar-invertir-demanda-cabezas

domingo, 3 de junio de 2012

GENERACIÓN DEL 60 (ECSA)


LA GENERACIÓN DEL ‘60
          a. antecedentes
   
    Dieciséis de julio de 1950: 2 a 1 y Uruguay es de nuevo Campeón Mundial de Fútbol. El pueblo entero salió a la calle a festejar, seguro una vez más de que "¡como el Uruguay no hay!"
    Los uruguayos creían en el país excepcional; la matrícula de la enseñanza aumentaba, se fundaban teatros independientes, y en 1958, aunque con lucha, la Universidad lograba una Ley Orgánica que le otorgaba autonomía. Las familias esperaban un futuro mejor para sus hijos.    
    Sin embargo, los escritores de la Generación del ‘45 habían advertido la crisis que se avecinaba. Y desde 1955, la crisis económica y social golpeó al país: la balanza comercial dejó de ser favorable, descendieron los precios internacionales de carne, lana y cuero que se exportaban, y hubo cierres de frigoríficos (industrias), desocupación y aumentos de precios.
    En la década del ’60, Uruguay estaba en plena crisis.
   
           b. Generación del `60

    La crítica de la Generación de los ‘60 fue distinta de sus predecesores del 45: los escritores compartieron las preguntas de la población ante la crisis y buscaron las salidas.
    Urgía la investigación del pasado para entender el presente perturbador. Los escritores no eludieron el compromiso político de modo que la militancia y la literatura formaron un frente común.
    En una época en que había hábitos de lectura, aparecieron Colecciones de divulgación que acercaron al público los temas del momento y sus raíces: los "Cuadernos" monográficos de Marcha, la Enciclopedia Uruguaya y el Capítulo Oriental, fascículos para coleccionar, preparados por especialistas. Todo tenía la misma urgencia por decirse y por recibirse.
    El fenómeno del lector masivo se correspondía con un grupo de escritores jóvenes y no tan jóvenes de la narrativa, la crítica, la poesía. Eduardo Galeano, Washington Benavides, Ruben Lena.

          b. Los movimientos de protesta

    La década del ’60 fue una época de protestas y revoluciones:
-protestas en EE.UU. con el movimiento hippie contra el consumismo
-revoluciones en América, como la revolución cubana de Fidel Castro (1959), con Ernesto “Che” Guevara como ideal de sacrificio revolucionario, y en Europa, con 2 revoluciones en 1968: en París, “el Mayo francés”, contra el sistema capitalista, y en Praga (Checoslovaquia), la “primavera de Praga” contra el sistema socialista. Aunque eran revoluciones contra sistemas opuestos, a las 2 las unían los métodos.  
     En Uruguay, la característica de la Generación del ‘60 fue su afán revolucionario: corregir las injusticias sociales a través de profundos cambios sociales, y políticas de nacionalización de las riquezas, reforma agraria, estatización de la Banca, etc.
    Estas ideas se expresaron a través de la “música popular uruguaya” que nacía en estos años. Los principales cantantes son Los Olimareños, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, y más adelante Santiago Chalar, Héctor Numa Moraes, entre otros.       
 
Cielo del 69

Cielito cielo que sí
cielo del sesenta y nueve
con el arriba nervioso
y el abajo que se mueve


que vengan o que no vengan
al pueblo nadie lo asfixia
que acabe la caridad
y que empiece la justicia


que la luna llena brille
que acabe la cuenta llena
que empiece el cuarto menguante
y que mengüe por las buenas


o por las malas sinó
o por las peores también
el mango vayan soltando
ya no existe el sartén


cielito cielo que sí
cielo del sesenta y nueve
con el arriba nervioso
y el abajo que se mueve


que vengan o que no vengan
sabrán igual la noticia
se acabó la caridad
ya va a empezar la justicia


Cuando hacen fuego me dicen
que están contra la violencia
me dicen cuando dan muerte
que sientan jurisprudencia


cielito cielo que no
cielito qué le parece
borrar y empezar de nuevo
y empezar pese a quien pese


mejor se ponen sombrero
que el aire viene de gloria
si no los despeina el viento
los va a despeinar la historia


cielito cielo que sí
cielo del sesenta y nueve
con el arriba nervioso
y el abajo que se mueve


cielito cielo que sí
cielo lindo linda nube
con el arriba que baja
y el abajo que se sube.


Letra: Mario Benedetti - Cantan: Los Olimareños


          c.  Ruben Lena.
    
    Rubén Lena (1925-1995) fue maestro, escritor y compositor. Ejerció cargos  (1949-1976) como Maestro, Director de Escuela y Director de Magisterio de Treinta y Tres.
    Como músico y poeta, exaltó las figuras que contribuyeron a formar la Patria: Artigas, José Pedro Varela, a los gauchos. En 1961, escribió un cancionero para sus alumnos del que salieron algunos de los éxitos de Los Olimareños, como “A Don José”; más adelante escribirá “Sembrador de Abecedario”, “Del templao”.
     Es uno de los iniciadores de la música popular uruguaya, componiendo  milongas, serraneras y valses, sin atarse al folklore tradicional. A través de ellas, supo redimensionar la tradición, y partiendo de experiencias simples del hombre de campo, les dio valor universal.
    En el Festival del Reencuentro Democrático, terminada la dictadura (1985),  con la presencia del Presidente de la República, Dr. Julio María Sanguinetti y los líderes de todos los partidos, el pueblo de Treinta y Tres le brindó un homenaje, entregándole "La Guitarra Olimareña" premio que continúa dándose.

Ejercicio
1. Escuchamos en clase las canciones, bajadas de Internet.
                                            “A Don José”  (milonga)

El Parlamento Uruguayo la declaró “Himno Cultural y Popular uruguayo” (2003)

Ven a ese criollo rodeao, rodeao , rodeao
Los paisanos le dicen, mi general
Los paisanos le dicen, mi general
Va alumbrando con su voz , la oscuridad
Y hasta las piedras saben, a donde va
Y hasta las piedras saben, a donde va.

Con libertad, no ofendo, ni temo
Que Don José
Oriental en la vida
Y en la muerte también

Ver a los indios formar, el escuadrón
Y aprontar los morenos, el corazón
Y aprontar los morenos, el corazón
Y de fogón en fogón se oye la voz
Si la patria me llama, aquí estoy yo

Con libertad, no ofendo, ni temo
Que Don José
Oriental en la vida
Y en la muerte también
                                     
                                             Letra y música Ruben Lena
Ejercicio
1. ¿Qué grado militar tenía Artigas?
2. Explica qué entiendes por “ Va alumbrando con su voz, la oscuridad”
3. ¿Qué expresión célebre de Artigas, sobre la libertad, aparece en la letra?
4. ¿Qué grupo humano aparece mencionado?
    ¿Cómo los muestra?


Sembrador de Abedecario

Para colmarme en la vida, para llenarme de luz,
imitando a mi bandera me voy a la escuela de blanco y azul.
Imitando a mi bandera me voy a la escuela de blanco y azul.

Siempre me dice el maestro con dulce dejo de amor,
el fundador de tu escuela se llama Varela, quiere, quierelo.
El fundador de tu escuela se llama Varela, quiere, quierelo.

Sembrador de abecedario, lider del verbo oriental,
Don José Pedro Varela, pastor de la escuela jamás morirá.
Don José Pedro Varela, pastor de la escuela jamás morirá.

Gracias señor Don Varela, gracias señor Don José,
Don Pedro fiel de los niños que cantan la letra que les dio su fe.
Don Pedro fiel de los niños que cantan la letra que les dio su fe.

Cuando me voy a la escuela, Don José Pedro, que bien,
Si viera usted que contento me vuela por dentro pensando en usted.
Si viera usted que contento me vuela por dentro pensando en usted.

Sembrador de abecedario, lider del verbo oriental,
don José Pedro Varela, pastor de la escuela jamás morirá.
Don José Pedro Varela, pastor de la escuela jamás morirá.
Jamás morirá, jamás morirá.

                                          Letra y Música:  Ruben Lena
                                        Interprete: Los Olimareños

Expresiones de Ruben Lena.
Tanto en los temas como en la música había un mundo por hacer y aunque personalmente no lograra éxitos, sentía que debía descubrir en cada canción algo nuevo para no repetir moldes extraños. Era optimista a pesar del dominio de la música rural argentina (sambas) por aquel entonces.
Alguien dijo de mí, que era un porfiado por crear un cancionero nacional para todos nosotros.
Eso es DEL TEMPLAO, un momento desde esa perspectiva, una canción con ese clima.

                                                            Del Templao  (serranera) 

Y ya ensillao mi caballo
las espuelas me calcé
y con la noche en la cara
sin despedirme monté.

Que la noche sea muy negra
no es dificultad mayor,
llevando firme la rienda
y al tino por rumbeador.

Si me pierdo mala suerte
la noche tendrá razón.

Pobrecito el árbol solo
con una tapera al lao,
que ahora sirve de echadero
donde descansa el ganao.

Amanecer en las sierras
donde el aire es claridad
y da noticias del caso
el agua de algún Yerbal.

El Templao está cantando
porque hoy es necesidad.

Arriba vela el lucero
testigo de la inmensidad;
abajo algún terutero
rondando la soledad.

A tierra de soledades
buscando mi tierra voy
quiero amanecer adentro
de su propio corazón.

Cantando esta serranera
el Templao se calentó.
                                                                Ruben Lena

                                                        Pa'l que se va (Chamarrita)
No te olvides del pago
si te vas pa' la ciudad
cuanti más lejos te vayas
más te tenés que acordar.
Cierto que hay muchas cosas
que se pueden olvidar
pero algunas son olvidos
y otras son cosas nomás.
No eches en la maleta
lo que no vayas a usar
son más largos los caminos
pa'l que va carga'o de más.
Ahura que sos mocito
y ya pitás como el que más
no cambiés nunca de trillo
aunque no tengas pa' fumar.
Y si sentís tristeza
cuando mires para atrás
no te olvides que el camino
es pa'l que viene y pa'l que va.
No te olvides del pago
si te vas pa' la ciudad
cuanti más lejos te vayas
más te tenés que acordar.
Cuanti más lejos te vayas
más te tenés que acordar.
                                                                Letra y Música Alfredo Zitarrosa




GENERACIÓN DEL 45 (ECSA)


         b.  La Generación del ’45

     La producción de esta generación se dio en la literatura y la crítica a la música, el teatro, filosofía, con artículos en periódicos, revistas y semanarios.
     El año 1939 fue un antecedente por 2 hechos: la fundación del semanario “Marcha” por Carlos Quijano, y la publicación de la Novela “El Pozo” de Juan Carlos Onetti; poco después (1942), se funda el “Taller Torres García”; todo esto fue gestando la formación de una generación.
    Se le dio distintos nombres: “Generación crítica”, “Generación del ‘39”, pero  se impuso “Generación del ‘45”, fecha en que varios escritores con perfiles diferentes empe­zaron a ser identificados como miembros de un grupo. 
    La temática de sus obras tiene ciertas características:
-son preocupaciones de la vida urbana
-son de carácter intimista: no se preocuparon de lo que ocurría públicamente, sino que reflejan sucesos cotidianos y privados, mostrados con desilusión
-la exigencia de rigor documental y argumentativo
-el distanciamiento crítico: la generación rechazaba consignas y mostraba una ola de insatisfacción. Así criticaron la imagen de país feliz que se había construido: “como Uruguay no hay”, pues la década del ‘40 fue llamada “de las vacas gordas” por los beneficios económicos de Uruguay en sus exportaciones a Europa en guerra, entrando enormes cantidades de divisas. Junto al triunfo de Maracaná de 1950 dieron la sensación de vivir un período excepcional.
Ellos mostraron también las miserias.
Para Ángel Rama (uno de sus representantes), el programa de la Generación del ‘45 le aguó la fiesta a un Uruguay conformista.
     Sus principales representantes son Juan Carlos Onetti (un precursor), Mario Benedetti, Carlos Maggi, Carlos Martínez Moreno, Idea Vilariño, J.J. Morosoli, J. Torres García, etc. Pertenecían a distintos partidos políticos.
   La Generación del 45 hizo aportes a la cultura uruguaya: introdujo una cultura del rigor y de la solvencia en el juicio; levantó los niveles de exigencia estética; atacó la ingenui­dad y el diletantismo.

                                               ”Mascarada”, de Juan Carlos Onetti
    María Esperanza entró al parque por el camino de ladrillos que llevaba hasta el lago, entre sombras de árboles. Vio las a la gente que se deslizaba en las lanchas con música, y a los danzarines en la isla artificial.
    Estaba cansada, y los tacones tan altos como nunca los había usado, le hacían doler como una herida en los tendones de los tobillos. Se detuvo, pero no era ahí, y además tenía miedo de aquellas caras sonrientes porque eran caras semejantes a la suya, bajo la violenta, blanca, roja y negra pintura con que la había cubierto, miedo de que las caras la miraran con odio por hacer algo que no debía hacerse. Pocas horas antes, su cara estaba sin pintura y limpia frente al espejo, luminosa, alegre y sin vergüenza.
    Caminó por la orilla del lago con la música de la isla en el aire, se sentó en un banco y sacó los talones de los zapatos cerrando los ojos e inflando la cara al suspirar, y feliz por lo que contenía la noche: una lejana música y un olor de flores. Pero vino el recuerdo de aquella espantosa cosa, en seguida de la presencia de su cara limpia en el espejo. Así, se levantó y caminó hacia el lado del parque que daba a la rambla.
    A medida que se acercaba al Circo, iba enderezando el cuerpo, alargando los pasos, y haciéndolos más lentos, con un andar ensayado antes de salir. 
    Ya estaba entre los ruidos del Circo, mezcla de música, risas y llamados a los mozos. Y se paró a la sombra de un árbol desde donde miraba los tablados. Un trío de zapateadores golpeaba en un escenario, vestidos de marineros. A la derecha un hombre de frac mostraba un mono sobre una mesa, y otro mono que guiñaba los ojos apretando un acordeón entre los brazos, mientras el hombre de frac hablaba muequeando. La gente reía a carcajadas, y María Esperanza reía apoyada en el árbol, sin saber si era del hombre, de lo que él decía, o de los monos.
    A la izquierda, una mujer vestida de hombre, con gorra y un pañuelo rojo al cuello cantaba fumando. Miraba a un lado y otro como si siguiera el viaje de sus palabras en el aire y quisiera saber hasta dónde podrían llegar.

    María Esperanza entró al Circo, se puso a andar entre las mesas y se detuvo indecisa frente a la mesa de un hombre gordo de negro bigote, que bebía un jarro de cerveza, mirando solo el zapateo en el escenario. Al verla, el hombre hizo una cara de bondad, mientras movía un poco el nudo de su corbata, tironeaba de las puntas del chaleco, y apartaba sobre la mesa la jarra de cerveza. Mirándola con una expresión bondadosa, le susurró algo y ella le dijo que no. Y pasó de largo.
    Los aplausos resonaron desde la izquierda, mientras la mujer vestida de hombre se inclinaba, con la gorra en la mano. María Esperanza, sudando,  sintió cómo se ablandaba la pintura de su cara y el dolor de los tacones se le hundía como un filo en los tobillos.
    Y en seguida de los aplausos la gente se puso a mirarla. Entonces, ella se acercó a un hombre flaco, que fumaba sin moverse y se detuvo a punto de tocarlo, mirándole la cara. El hombre continuó fumando y sus ojos pequeños y tristes miraban siempre hacia adelante. Ella giró velozmente y fue recta hasta la mesa del hombre gordo que, al verla llegar, repitió su sonrisa de bondad hasta que ella se sentó a su lado. Ensombreció él su cara para llamar al mozo, volvió a sonreír, y le tomó una mano que la llevó cubierta por la suya hasta encima de la mesa. Le hizo una pregunta y otra pregunta que ella no alcanzó a comprender.

    Pero comprendió sí que podría cumplir con el negro, espantoso recuerdo, con la orden breve de buscar hombres y volver con dinero.

Ejercicios.
1. ¿Cómo puedes describir a María Esperanza? ¿Por qué la describes así?
2. ¿Cómo describe el autor a los demás personajes?
3. ¿Cuál es la profesión que ha decidido seguir María Esperanza?
4. ¿Cuál es el tema central del cuento?


ACTIVIDAD ARTÍSTICA
Cree individualmente un Cuento donde aparezca la crítica de un aspecto de nuestra sociedad actual (costumbres, modos de organización, pobreza, etc..).